Nadie está preparado para despedir a un hijo/a. Es anti natural, e ilógico, pero tambien es cierto que es la vida, el destino o como se llame.
Desde este lugar, nuestro Aeroclub, que lo ha visto crecer a Gerardo en la pasión del vuelo, queremos expresarle a él y a su familia nuestro pesar y acompañamiento en este momento. No tenemos dudas, que la jovial alma de Pamela, estará en el lugar reservado para quienes se aferraron a la vida hasta sus últimas fuerzas, como forma de transitar su paso terrenal. Ahora, con el dolor que conlleva la desaparición física, Pamela, descansa en paz…