En el Aeroclub Ciudad de Paraná, vivimos hoy una jornada de pura alegría y futuro, al tener el inmenso placer de recibir a las niñas y niños del Jardín de Infantes «Rayito de Sol» de la vecina ciudad de Crespo.
Para estos pequeños exploradores de entre 4 y 5 años, el día comenzó con una gran aventura mucho antes de llegar a nuestras instalaciones. La emoción se puso en marcha en la estación de trenes de Paraná, desde donde partieron en una formación ferroviaria hasta el apeadero de Colonia Avellaneda. Desde allí, unas combis los acercaron a nuestro aeródromo, culminando una travesía que ya anticipaba un día lleno de descubrimientos.
Los primeros pasos en el Aeroclub estuvieron marcados por esa lógica incertidumbre de quien pisa un lugar nuevo y tan particular. Sin embargo, bastaron unos pocos minutos para que el asombro inicial se transformara en una incontenible ola de risas, presentaciones espontáneas y, sobre todo, preguntas. La curiosidad, ese motor inagotable de la infancia, se apoderó del ambiente, y cada avión, cada rincón del hangar, se convirtió en un mundo por descubrir.
Uno de los momentos más mágicos y únicos de la jornada fue cuando, en plena algarabía, los pequeños se acostaron cómodamente en el piso para ver videos sobre la actividad de vuelo. Lejos de ser un momento de calma, las imágenes despertaron aún más su interés, y una nueva lluvia de preguntas floreció, demostrando una genuina fascinación por el mundo de la aviación.
Desde la Comisión Directiva del Aeroclub Ciudad de Paraná, nos llena de orgullo y satisfacción abrir nuestras puertas a instituciones educativas de todas las edades. Creemos firmemente en la importancia de compartir nuestra pasión. Nos alegra enormemente poder contarles sobre nuestra actividad a quienes forjarán el día de mañana, apostando a que, en un futuro, consideren a la Aviación Civil Argentina como una opción para sus vidas. Ellos son, sin duda alguna, el futuro.
Queremos extender un especial agradecimiento y nuestra más sincera admiración al equipo directivo y docente que acompañó a los niños con un profesionalismo y una calidez excepcionales. Gracias a la Directora, Sandra Jumilla, a la Seño de Sala, Ayelén Godoy, a la Secretaria Roxana Viola y a las Acompañantes, Maira Kruger y Candela Neuberger. Su dedicación fue fundamental para el éxito de esta hermosa experiencia.
¡FELICITACIONES a todos por tan maravillosa iniciativa! Las puertas de nuestro Aeroclub siempre estarán abiertas para ustedes.













